Una sesión paralela a Escazú 2024: Learnings from Escazú South-South, Our New Stories | UNA RETROSPECTIVA
El equipo de Eheco asistió, en paralelo a la COP 3 del Acuerdo de Escazú –organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile los días 22, 23 y 24 de abril– a una serie de conferencias y discusiones con expertos en materia del acuerdo que se ofertaron en las inmediaciones de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), a un costado de la CEPAL y que se constituye como un espacio de carácter académico e interdisciplinario con una mirada amplia y crítica de las ciencias sociales, para participantes de la COP no acreditados.
Tuvimos el gusto de conocer a figuras importantes de diversas instancias gubernamentales, así como de respetados miembros de organizaciones de la sociedad civil.
Destaco, por ejemplo, la conferencia magistral impartida por el relator especial de Naciones Unidas sobre sustancias tóxicas y derechos humanos, el Dr. Marcos A. Orellana, quien enfatizó la importancia de triangular todo tipo de información medioambiental –reportes o informes de impacto, por ejemplo– entre la sociedad civil, las industrias y el gobierno, en esencia, para fortalecer las capacidades de investigación, diagnóstico y acción de los múltiples actores del espacio público. De esta forma, se evita que el tema de las sustancias tóxicas, ligadas a múltiples actividades de la vida diaria, se relegue a un segundo plano.
Un tema de tal calibre, de fuerte incidencia en el área de la salud pública y de la calidad medioambiental, debe ser conocido por toda la ciudadanía, capaz de tomar medidas coordinadas y gestionar adecuadamente los riesgos basándose en la información que poseen.
De igual forma, se contó con las ponencias de Joseph Burke y Allison Waters en materia del acuerdo, pero desde distintos enfoques.
Por su parte, la ponencia de Burke, con mayor énfasis en la rama de la acción civil, destacó la iniciativa Leaders Network for Environmental Activists and Defenders, o simplemente, LEAD. Concebida en el seno de la think tank, Universal Rights Group (URG), es reconocida por su labor en el reconocimiento de los defensores del medioambiente en el mundo, así como de las amenazas reales que enfrentan; en la protección a estos grupos, que busca promoverse a través de la consolidación de LEAD como un Global Hub; y en la participación de la ciudadanía global en la toma de decisiones en materia medioambiental.
No pretende, sin embargo, ecplisar los esfuerzos de Escazú en el tema, sino que funcionar como una herramienta complementaria que contempla los mismos retos y objetivos, pero considerando algunas otras regiones del mundo que padecen problemáticas similares.
En contraparte, Allison Waters, oficial de justicia ambiental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, informó sobre del rol de las embajadas y consulados estadounidenses en emergencias humanitarias, ya sea como soporte legal, o diseñando estrategias de re-colocación y de acompañamiento psicológico, etc. En materia medioambiental, en específico, destacó el esfuerzo de Estados Unidos en implementar mecanismos de protección al medioambiente, así como a las personas que sufren por los estragos del cambio climático, y de inmiscuirse en espacios de discusión internacionales que contribuyan a la construcción de una visión crítica del país en materia.
Estados Unidos, por su posición geográfica, no tiene incidencia alguna en el Acuerdo de Escazú; sin embargo, según Waters, el país reconoce la importancia del mismo para la conservación medioambiental y la defensa de los derechos humanos ambientales. Le da un seguimiento muy cercano y temprano al desarrollo del acuerdo para entender las especificidades de la región en materia, así como para aprender de las herramientas que Escazú usa, para integrarlas y adecuarlas a necesidades latentes en agendas estadounidenses de atención y desarrollo.